Irán disparó este sábado más de 200 drones y misiles contra Israel en represalia por un bombardeo a su consulado en Damasco, el primer ataque directo desde la República Islámica contra territorio israelí.
El ejército israelí aseguró que Irán lanzó más de 200 drones y misiles en su contra, aunque indicó que la mayoría fueron interceptados sin consecuencias graves. Una base militar fue alcanzada en el sur, pero apenas sufrió “daños menores”, según un portavoz militar.
Decenas de videos que circulan en redes sociales muestran la magnitud del ataque cuando la “Cúpula de Hierro”, el sistema antimisiles de Israel, entra en acción.
Paralelamente, el Hezbolá libanés y los rebeldes hutíes de Yemen, ambos aliados de Irán, llevaron a cabo sus propios ataques contra Israel. El primero disparó cohetes contra la meseta del Golán, ocupada por Israel, y los segundos lanzaron drones hacia territorio israelí.
Los Guardianes de la Revolución, ejército ideológico de la República Islámica, anunciaron haber lanzado también misiles contra Israel como parte de esta operación en represalia por el bombardeo de su consulado en Damasco el 1 de abril, en el que murieron dos de sus generales y que atribuyó a Israel.
El ataque iraní fue lanzado “en respuesta a los numerosos crímenes cometidos por el régimen sionista, incluido el ataque a la sección consular de la embajada de la República Islámica de Irán en Damasco y el martirio de un grupo de comandantes y asesores militares de nuestro país en Siria”, indicó la televisión estatal iraní, citando al departamento de relaciones públicas de los Guardianes.
El ataque desató situaciones de pánico a pie de calle en Israel, un país que lleva ya más de seis meses en guerra contra Hamás en la Franja de Gaza.
“Como puedes ver está vacío, todos están corriendo a casa”, declaró Eliyahu Barakat, de 49 años y dueño de una tienda de comestibles en el barrio Mamilla de Jerusalén.
Inmediatamente después del inicio de la represalia de Irán, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reunió a su gabinete de guerra en una habitación bunquerizada, en un lugar secreto.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, indicó que “apoyará al pueblo de Israel”, y el presidente Joe Biden se reunió con su equipo de Seguridad Nacional para informarse de los hechos.
“Nuestro compromiso con la seguridad de Israel frente a las amenazas de Irán y sus representantes (en la región) es férreo”, declaró Biden en la red social X.
La misión iraní ante la ONU indicó en la red social X que este “es un conflicto entre Irán y el régimen rufián israelí, del cual Estados Unidos ¡DEBE MANTENERSE AL MARGEN!”.
El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, expresó por televisión que “se trata de una escalada grave y peligrosa”, asegurando que Israel trabaja “estrechamente” con Estados Unidos y sus aliados en la región para “interceptar los drones”.
Según fuentes de Defensa, Estados Unidos derribó varios de los drones disparados desde Irán.
Periodistas de la AFP afirmaron haber oído varias explosiones en Jerusalén la madrugada del domingo, poco antes de que empezaran a sonar las sirenas de alerta, y también en Jericó, en Cisjordania ocupada.
El ejército israelí aseguró que las sirenas también sonaron en la región del Néguev, en el sur.
Irán dijo que una base aérea israelí en el Néguev fue “golpeada fuertemente”, aunque Israel aseguró que sufrió “daños menores”.
Israel, que por la tarde anunció el cierre de las escuelas en todo el país “teniendo en cuenta la situación de la seguridad”, informó del cierre de su espacio aéreo a partir de las 21H30 GMT.
Jordania y Líbano, vecinos de Israel, e Irak, que comparte frontera con Irán, también informaron del cierre de su espacio aéreo, mientras que Egipto dijo que su defensa aérea estaba en estado de máxima alerta.
Tras el inicio de la operación iraní, la cuenta en X del ayatolá Alí Jamenei, líder supremo iraní, afirmó que “el régimen diabólico será castigado”.
La Unión Europea condenó el ataque y lo calificó de “escalada sin precedentes”.
Argentina y Chile expresaron su preocupación por la escalada de tensiones y condenaron el ataque contra Israel, mientras que México llamó a las partes “a la auto-contención”.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó “fuertemente” el ataque e instó “a todas las partes a ejercer la máxima moderación”.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá además de urgencia este domingo, a propósito del ataque iraní.
El sábado de mañana, las fuerzas marítimas de los Guardianes de la Revolución interceptaron un barco “vinculado” a intereses israelíes en el estrecho de Ormuz, por donde transita gran parte de la producción petrolera de los países del Golfo, con 25 tripulantes a bordo.
Esta escalada se produce con el telón de fondo de la guerra entre Israel y Hamás, movimiento apoyado por Irán y en el poder en la Franja de Gaza, desencadenada por una sangrienta incursión de comandos islamistas en el sur de Israel el 7 de octubre.
Ese día, los combatientes del movimiento islamista mataron a unas 1.170 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
También tomaron 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en Gaza, incluidos 34 que se cree han muerto, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una implacable ofensiva que ya dejó 33.686 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás desde 2007.
El conflicto, además del importante número de víctimas, ha dejado a la mayoría de los casi 2,5 millones de habitantes de Gaza al borde de la hambruna, según la ONU. El asedio israelí impide la entrada de la ayuda humanitaria requerida por el pequeño territorio.